Mírala, mírala, se dirige hacía él haciendose la despistada, que mira que se le da bien, con lo lista y calculadora que es, hacerse la encontradiza. Mira, mira como mira hacia otro lado y zas, choca con el él... y esa carita de sorpresa fingida, ese sonrojo que es de verdad de verdadera profesional, y la risita nerviosa, si casi me parece que puedo oirla, de las veces que la he escuchado en los últimos meses, porque la dichosa mosquita muerta está siempre ahí donde vamos, persiguiendonos... bueno, a nosotros no... persiguiendole a él... y él encantado, todo sea dicho.
Pero lo que me molesta no es que le persiga, lo cierto es que lo entiendo... yo puede que esté algo cansada de él, pero sigue siendo guapo, y las canas la verdad es que le sientan bien, y es un buen partido, si lo sabré yo, que me estuve haciendo la encontradiza durante meses hasta que conseguí que se fijara en mí. Lo que me molesta es que fingiera querer ser mi amiga! Puede haber artimaña mas sucia para acercarse a un hombre que intentar hacerse amiga de su mujer?... Yo, que mira que he usado artimañas durante estos años, nunca, jamás en mi vida me atreví a hacer semejante cosa.
Mírala, mírala, mírala... ahora entrecierra los ojos, fingiendo una miopía que no tiene, ahora fingirá un semidesmayo... lo ves... y ahora le pedirá que la llevé a un lugar donde haya menos gente. Mira como se apoya en su brazo, y como gira la cabeza para que él vea su precioso perfil y su perfecto cutis. Y él encantado de poder serle útil a una damisela en apuros... los hombres son tan predecibles, que da risa si te paras a pensarlo.
Que por qué no bajo corriendo las escaleras?... Estás loca!? Les daré cinco o seis minutos, no creo que esa pequeña golfa necesite mas tiempo... Si los pillo coqueteando, mi marido mañana me regalará un ramo de rosas, pero si lo pillo besando a esa pequeña lianta, seguro que se siente tan culpable que me compra ese collar que me gusta tanto...
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