Paseos

Es curioso, pero lo que mas recuerdo de aquellos años eran aquellos paseos con el abuelo... la gran casa, aquella casa a la que después de lo que pasó, nunca he vuelto, en mis recuerdos no es mas que el final de nuestros paseos, cuando entrabamos en el parque y se veían las columnas, aquella fachada blanca con los arbolitos delante, que por dentro no era mas que habitaciones cerradas en las que no podía entrar no fuese a romper algo. Quizás por eso aún tengo hoy esta sensación de torpeza, porque desde pequeña mi abuela me cerraba todas las puertas de la casa para que no rompiese nada.

Los primeros años, cuando mamá y yo nos fuimos después de una pelea entre ellas, creí que era por eso, porque la abuela tenía miedo de que le rompiese las cosas valiosas que escondía en aquellas habitaciones cerradas, y que por eso nos habíamos ido de aquella casa. Nunca entendí porque el abuelo no nos había defendido... claro que ahora sé, que el abuelo murió el día antes de nuestra partida, aunque como yo era muy pequeña, mi madre decidió no contarmelo.

Yo creía que era la culpable de que mi abuela nos hubiese echado de su casa... porque siempre tuve esa sensación... la sensación de que no nos fuimos... que nos echaron... aunque lo cierto es que no me importó demasiado, nunca me sentí a gusto en aquella gran casa; mamá casi siempre estaba ausente, y cuando venía tenía muchos compromisos que atender; la abuela nunca me hablaba directamente, como si mi sola presencia la insultara; sólo el abuelo era amable conmigo, pero nunca dentro de aquellas paredes... sólo en nuestros paseos... cada día, al atardecer, cambiando de hora dependiendo de la estación, el abuelo me hacía una seña y salíamos a dar un paseo, y esos son los momentos mas felices de aquellos años que tengo.