Proyectos

   Proyectos... Todo eran proyectos que no era capaz de concretar. Quería hacer tantas cosas que sólo en proyectos se le iba el tiempo y al final todo quedaba en nada; en ideas que no realizaba. Ideas maravillosas a las que a fuerza de darles vueltas les quitaba la espontaneidad, y esbozaba mentalmente todo lo que haría algún día, cuando dejase los proyecto para actuar, pero las ideas eran tantas, quería hacer tantas cosas a la vez, que pensaba, pensaba, pensaba y las ideas se quedaban en ideas, que pronto eran sustituidas por ideas nuevas.
   Quería escribir ensayos, esa era su última gran idea, el problema era que la idea era tan grande que no sabía por donde empezar. Porque escribir ensayos en abstracto sonaba genial, pero cuando intentaba concretar se encontraba con que no se le ocurría nada sobre lo que ensayar. Imaginaba temas pero uno a uno los descartaba. No sabía casi de nada como para escribir un ensayo en condiciones, y le parecía una falta de sinceridad escribir sobre algo que no conociera. Además, ¿a quién podrían interesarle sus ideas sobre las cosas? Así que la idea seguía ahí, pero no había manera de realizarla, porque cada tema era desestimado o por no ser apto para semejante empresa, o por no ser apto para ser tratado por ella.
   Quería aprender a coser para hacerse ella misma las cortinas de su casa nueva, pero los escasos intentos que había hecho de coser había resultado ser tan desastrosos que había desistido. Pensó en hacer una colcha con pequeños retales de tela, pero cuando ya tenía una caja llena de retales de distintas prendas que había ido descuartizando con ese proposito, se dio cuenta de que no tenía mucho sentido hacer una colcha con sus viejos vestidos; eso y que se arrepintió de haber cortado trozos de algunos, que si bien en el momento pensó que no se pondría nunca mas, una vez destrozados y desmenuzados, se le antojaron vestidos preciosos de los que no debería haberse deshecho tan pronto.
   Y así con todo. Empezó una ambiciosa novela que debería cubrir las vidas de diferentes personajes, dos, incluso tres generaciones deberían quedar reflejadas en sus páginas, además de tratar los problemas actuales... Pero después de tres páginas escritas en una libreta con muy buena letra era incapaz de seguir. Como era incapaz de seguir ese ambicioso poema en versos alejandrinos que resumiera en mil versos el amor y todas sus complicaciones.
   Y nuevas ideas la asaltaban y ella se dejaba asaltar por ella. Imaginaba, proyectaba, fantaseaba, incluso a veces tomaba notas de algunos detalles para no olvidarlos... notas que a los tres días resultaban totalmente inteligibles para ella misma que las guardaba por si recordaba en algún momento lo que quiso recordarse a sí misma y conseguía entender aquellas notas que se dejaba.
   Quizás podría... pero no... siguió sentada en el suelo pensando las cosas que haría si se levantara...

  

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