Soledades

Sola, en el olvido -en el recuerdo de un pasado glorioso-
Con la dignidad que revisten los recuerdos de épocas pasadas; de saberse hermosa, admirada, adorada.
Ella, que fue todo lo que un día soñó ser cuando de pequeña soñaba como sería su vida perfecta lejos de la realidad que le imponían las rutinas.
Rídicula a fuerza de aferrarse a un pasado que hacía demasiado tiempo que se había esfumado -última depositaría de unos recuerdos que creía universales pero que en realidad eran tan íntimos que solo ella los recordaba ya.
Porque todos los que la admiraron habían muerto o habían olvidado recordar sus recuerdos -porque todos los que la adoraron tenían sus propias flores mustías cada uno de noviembre todos los años.
Ella, se aferraba a los recuerdos que cada día se le desvanecían un poco mas... Se aferraba a las dichas pasadas, a los sueños cumplidos pero que ya habían caducado, para no perderse a si misma, porque cada día se perdía un poco, perdía algo que no sabía definir, por eso, seguía poniendose su vestido de noche cada pocos días, para intentar atrapar los recuerdos que notaba que poco a poco la abandonaban; para no olvidar que la vida fue feliz durante muchos años, y que ella fue aquello que quiso ser, aunque ya nadie fuese capaz de recordar su nombre.






1 comentario:

Javier Trejo dijo...

Saludos. Me gusta tu trabajo. Sólo una cosa ¿Cómo le hago para suscribirme? En fin, felicidades. Es muy bello lo que haces.