Copitas de Absenta

Era una sensación extraña, se dio cuenta de que evitaba mirarse en el espejo aquella mañana, como si no quisiera ver la tristeza en sus ojos, le bastaba con sentirla, no quería ver sus ojos llenos de pesadillas y con esa pena implorante que sin verla intuía. Mecanizaba las rutinas de cada día, agarrándose a los gestos repetidos mas de mil veces para no pensar, para sentir lo menos posible, porque sentía dentro de si misma que cualquier cosa que la hiciese pensar aunque solo fuese un par de segundos, podría hacer que se rompiera el dique que había construido mentalmente dentro de su pecho, y si rompía a llorar creía que no sería capaz de parar.

Apagar el despertador, meter los pies en las zapatillas de ir por casa, lavarse los dientes y la cara, contorno de ojos, crema hidratante; contando mentalmente los segundos que empleaba en cada actividad para no pensar, no sentir, no verse ni mirarse ni preguntarse que sentía ni que se suponía que tenía que sentir. Vacío lleno de números que empezaban una y otra vez. Ponerse las medías (un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho...), abrocharse la falda (un, dos, tres, cuatro). Mecanizando cada movimiento de aquella mañana que parecía soñada y fuera del tiempo, moviéndose con cuidado como si cualquier roce inesperado pudiera romperla en pedazos. Y seguir evitando su mirada en el espejo de la habitación. Solo acabar de vestirse y salir a la calle, y caminar contando los pasos, midiendo los silencios, unos silencios que parecían envolverla como anestesiándola, como aislándola dentro de una extraña campana de cristal que amortiguaba los sonidos de la calle, sumiéndola en un silencio antinatural y reconfortante.

Y concentrarse en seguir respirando, porque aunque fuese una tontería, contar los segundos al tomar y soltar el aire hacían que dejase de pensar... y eso era lo único a lo que aspiraba, a no pensar en un par de días... No pensar en lo que quería ni en lo sentía... Así, a fuerza de no pensar, acabaría confundiendo la realidad con las pesadillas y olvidaría...