Mañanas

La luz se cuela ya por la ventana, y debe ser tarde, muy tarde, pero no puedo salir de la cama, o debería decir que no quiero, que me gustaría quedarme aquí el día entero, dormitando, durmiendo, soñando, recordando, porque ahora mismo siento que lo único que puedo hacer es entregarme al recuerdo de la noche pasada, pasar el día recordando los detalles, los susurros, las promesas, las maravillosas mentiras, en todos sus tonos, sus matices, para volver a saborear las sensaciones, para volver a sentir en mi piel los placeres de anoche. Debe ser ya tarde pero las sábanas me retienen sin remedio, como si no quisieran que las abandonara después de la noche pasada, cuando por fin las cosas empezaron a suceder como en los sueños, cuando todo tiene sentido y significado, y todo pasa porque tiene que pasar y porque queremos que pase, y porque hay cosas inevitables, como lo de anoche. Y he soñado tantas veces con lo que al final pasó que aún dudo de si fue cierto o solo fue otro de mis sueños, pero este dulce cansancio y las sábanas arrugadas y un algo en mi piel que ayer no estaba me dicen que todo fue de verdad, que los momentos mágicos no fueron soñados, fueron tan ciertos como la luz que se cuela por la ventana, y que es mejor que no salga de la cama porque mi sonrisa podría delatar lo que mis sábanas callan.



*Cuadro de Eva Gonzales

No hay comentarios: