Holganzas

"Holgazana"... Eso ha dicho... Que soy una holgazana... Como si no supiera que hace falta algo mas que buena voluntad y ganas para hacer algo...

Y puede que sea cierto, que esté mas apática de lo normal, pero que es hace días que la inspiración desapareció y cada vez que cojo los pinceles no sé que hacer con ellos...

Mira, ahí está el cuadro, en el caballete enfrete mío... y yo aquí en el suelo, buscando las fuerzas para acabar de vestirme a ver si así hago algo... aunque casi he descartado pintar hoy, aunque apenas sean las diez de la mañana... sé que hoy no habrá inspiración, como no la hubo ayer ni la hubo antes de ayer, ni ningún día de lo que llevamos de semana.

Podría salir de casa y pasear por el parque, orilla del río, a ver si la luz de abril me inspira para seguir... claro que el cuadro que se supone que tengo a mitad (aunque en realidad está a penas esbozado) es un cuadro de interior, así que lo mejor será quedarme aquí... acabarme de vestir y seguir aquí... a ver si las luces cambiantes que van entrando por el ventanal me dan la clave para seguir con este retrato, aunque no puedo preguntarme para que pinto retratos inventados cuando podría trabajar por encargo y ganar algún dinero para pagar el alquiler, cosa que sería práctica (algo que suelo olvidar demasiado a menudo) para pagar el alquiler y esa manía que tengo de comer al menos un par de veces al día.

Claro que si vendiera mi arte perdería parte de su arte (menudas tonterías nos decimos los artistas a nosotros mismos para justificar una realidad que no es necesario justificar: no vendo mi arte porque nadie me lo ha querido comprar todavía; es así de triste y así de simple)

Pero aunque sea triste y simple, lo cierto es que el cuadro que estoy pintando en este momento (o quizá debería decir: el cuadro que estoy intentando pintar pero que no sé exactamente como, en este momento) no podría pintarlo por encargo, y lo bueno que tiene esta libertad creativa (al menos el no vender nada tiene algo positivo y es que cuando consigo el dinero para lienzos puedo pintar lo que se me ocurra) es que si al final el resultado no se parece a lo que pretendía pintar, eso nadie lo sabrá, porque nadie sabrá lo que pretendía al empezar.

Piénsalo: si tuviera que pintar retratos por encargo, como hacen Mimi y Marta (dos amigas de cuando aprendí a pintar) tendría que conseguir que se parecieran al original, y siendo sincera, la verdad es que hay veces que sí... que sacó ciertos parecidos; pero hay veces (las mas) que mis intentos se quedan en eso y no consigo que se parezcan al original ni en los ojos ni en la sonrisa ni en la forma de la nariz, y eso, quieras que no, da mucho estres, y ya bastante tengo con lo que tengo, como para andar estresandome con encargos mal pagados de retratos de mujeres que acaban colgados en salones ajenos, y que todo el mundo se siente capaz de criticar los sábados por la noche después de cenar.

Y aquí sigo... creo que debería al menos acabar de vestirme, para que cuando él vuelva de comprar el pan y la prensa no me encuentre aquí, y me repita que soy una holgazana. ¡Una holgazana! Cuando en realidad es que quiero hacer tantas cosas que al final no hago nada.

Porque mirando bien el esbozo, creo que la mano derecha podría estar un poco mas baja, así le daría movimiento a la escena... porque tiene algo de estático que no le va al tema.

El tema?... qué tema?... si ni yo misma sé qué estoy haciendo. Es sólo un retrato de interior, aunque pretenda captar la soledad de la creación y la desolación que sigue a la pérdida de inspiración, al final sólo sera un retrato mas de interior (tirando a mediocre a juzgar por el resultado de mis últimas telas) y nadie sabrá captar la intención que yo me guardaré muy mucho de decir en voz alta.

Porque al final que mas da el tema o la intención? Si se consigue estará en la tela, implicito en las pinceladas, y sino será un fracaso secreto mas que sumar a mi lista de intentos fallidos.

Y oigo pasos en la escalera, y aquí sigo sin vestir... al final va a tener razón, y tanto pensar y darle vueltas a las cosas me está convirtiendo en una holgazana que no tiene fuerzas ni de acabar de vestirse por las mañanas.